martes, 6 de marzo de 2007

Un año sin Champions



Liverpool ha marcado el fin de una carrera que desde el primer momento se ha corrido con agujeros en las bambas y un bollycao bajo la camiseta. El año pasado el Barça tocó la gloria en París. Puyol levantaba la Copa de Europa que nos acreditaba como el mejor equipo del continente. Tuvo que ser en París. Recuerdo que muchas parejas cambiaron su deseo de tener un hijo por el de ganar la Copa. Y así fue, todas las cigüeñas de la ciudad se pasaron más de 10 horas para poder llevar la Copa (¡pesa mucho!) hasta Barcelona en medio de un ambiente festivo, es decir, en medio de tíos en pelotas, intentando vocalizar la palabra Barça y bebiéndose su particular versión de la Copa. Vaya, que más que ganar la de Europa parecía la Recopa. Una detrás de otra sin parar.
Hace escasamente 10 meses de unas imágenes que este año no se volverán a repetir a menos que pase una de estas tres cosas: Rajoy decida retirarse de la política, Almodóvar acuda a la gala de los Goya o RENFE haga un anuncio público diciendo “Somos tontos, pero nos gusta tocar los huevos”. Como esto no pasará, es previsible que este año nos quedemos como el cerebro de Aznar, en blanco.
Cuando el árbitro ha pitado el final del partido me he imaginado los mismísimos Beatles cantando el “ay, ay, ay, canta y no llores”. Esta noche el Barça no ha merecido ganar. Y no ha ganado. Esta es la principal diferencia, por ejemplo, con el Real Madrid, que nunca merece ganar, pero gana. Antes del partido me he tomado un vaso de agua. Lo tenía claro. Al terminar la segunda parte, he empezado a dudar si lo que realmente había bebido era agua o vodka del Llobregat. ¿Jugaban once contra once? Porque yo sólo hacía que ver tíos de rojo corriendo por el campo, al menos he contado treinta. Vaya, que llega a ser una corrida de toros y el bicho se nos muere mareado. A los ingleses hoy les iba más que un partido de fútbol, parecía que luchaban por el Peñón de Gibraltar. Y nada, los tíos se han llevado la eliminatoria gracias al partido de ida donde los azulgrana hicieron más regalos que Papa Noel en Sorpresa Sorpresa. El resultado, el Barça eliminado y unas 2.000 personas que mañana empezaran a poner excusas a jefes y profesores ante su premeditada baja tras el cabreo que llevan encima. Son los que me dan más pena. Hemos podido ver unas imágenes de seguidores del Barça comiéndose la bufanda (iba ya por la última tercera parte de los hilos exteriores) de los nervios o a punto de arrancar a llorar como aquel que no puede reprimir sus lágrimas porque Chanquete ha muerto. Una pena. Esta noche me siento apenado, así que despediré esta reflexión con algunos tópicos que, en momentos como este, te sacan de algún apuro. “Bueno, el fútbol es así, ha ganado el mejor, ahora es importante pensar ya en el próximo partido, e ir choque a choque, al final la constancia tiene premio, hay que seguir trabajando”. Para los que odian el fútbol me he permitido el lujo de traducir al argot humanitario este mix de tópicos chorras : “Bueno, una noche más sin comer ni dormir tranquilo, por culpa de estos mamones que no sudan la camiseta, encima mañana aguanta al inútil de tu jefe y a su secretaria, que ganas tengo de darles a todos por el trasero…Cariño?? ¿Todavía no está la puta cama abierta?” ¿Lo ven? El fútbol es fácil. No quiero acabar este escrito dando las gracias a varias marcas que han colaborado en este Blog. A Natillas Danone, por gafes y habernos jodido al Ronaldinho, a galletas María, por aumentar la dosis a Rijkaart y atontarlo un poco más de lo que va en los partidos y ha Estrella Damm por pagarles las birras a toda la plantilla noche tras noche. Gracias a vosotros, somos, más que un club…Un puticlub. Good Bye.

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